martes, 22 de febrero de 2011

LOS CORTOS DEL SEJIE

Un festival sin cortos es como un western sin caballos. Así que, ahora mismo, iniciamos la sección de cortometrajes del Sejie. Su falta de presencia en los cines, hace que mucha gente piense que es un formato menor. Pues no; ser más corto no es ser inferior. Desde aquí reivindicamos el corto y, por ello, os animamos a proponer títulos para que los demás los podamos conocer. Es fácil: enviadnos el link a sejiefilmfestival@gmail.com y lo colgaremos en el blog.
Para empezar os proponemos Kid auto races at venice, 1914. Primer corto de Chaplin como Charlot que hace todo lo posible por aparecer frente a la cámara y presentarse a unos espectadores que le amarán por los siglos de los siglos.




Está por encima de cualquier elogio, porque es el más grande. ¿Qué otra cosa decir? En todo caso, es el único cineasta que pueda soportar sin equívocos el calificativo, tan gastado, de “humano”. Desde la invención del plano-secuencia en Charlot boxeador hasta la del cinéma-vérité en el discurso final de El gran dictador, Charles Spencer Chaplin, aun permaneciendo al margen de cualquier cine preciso, en definitiva ha llenado este margen con más cosas (¿qué otras palabras podrían emplearse: ideas, gags,
nteligencia, honor, belleza, gestos?) que todos los demás cineastas reunidos en el resto de la revista. Hoy se dice Chaplin como quien dice da Vinci, o mejor, se dice Charlot como quien dice Leonardo. No puede haber mejor homenaje para un artista de cine, en
pleno siglo XX, que citar esta frase de Rossellini, después de ver Un rey en Nueva York: “¡Es el film de un hombre libre!”

Jean-Luc Godard, “Especial Cine Americano”, Cahiers du Cinéma, diciembre 1963- enero 1964.


 ....y una escena de Luces de la Ciudad (1931) 

 

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