sábado, 12 de febrero de 2011

PERNILLE FISCHER CHRISTENSEN

Nacida en 1969, estudió Dirección en la Escuela Nacional de Cine de Dinamarca, donde se graduó en 1999 tras haber rodado los cortos ‘Honda, Honda’ (1996), ‘The Girl Named Sister’ (1997) e ‘Indien’ (1999). Su primer largometraje, ‘A Soap’ (2006), consiguió en el Festival de Cine de Berlín el Oso de Plata, el Gran Premio del Jurado y el Premio a la Mejor Ópera Prima. También ganó, entre otros galardones, el Premio de la Crítica Cinematográfica Danesa a la Mejor Película en 2007. En 2008 estrenó su segundo largometraje, ‘Dansen’, y ‘Una familia’, su tercer largo de ficción, fue presentado en 201o en la Berlinale y representó al cine danés en la Seminci.

Aquí os dejamos una entrevista publicada el 12 de diciembre de 2006 en Cineuropa tras el estreno mundical de su película En Soap.

Cineuropa: En Soap se estrena en todo el mundo tras un primer estreno en Dinamarca el pasado abril. ¿Cómo se recibió en casa?

Pernille Fischer Christensen: La recepción en Dinamarca fue bastante variada y provocó mucha controversia. Algunos daneses pensaron que En Soap no es una película, sino sobre lo que es una película, sobre el lenguaje del cine. Aunque yo no soy un Lars von Trier, quien, a menudo, desea ser provocativo, con mi primer largometraje, he intentado mirar hacia el cineasta, hacia hombres y mujeres de una manera totalmente distinta.

¿Cómo colaboró con el “guionista gurú” danés Kim Fupz Aakeson?

Él está detrás de muchas películas de éxito en Dinamarca y, al principio, pensé que no sería la persona adecuada para mi película, pues yo quería hacer algo bastante serio. Pero entonces, escribió el guión de En tus manos, de Annette K. Olesen, seleccionada en competición en Berlín 2004, y empecé a pensar que podría utilizar su manera de abordar el cine. Mientras tanto, había estado escribiendo un guión para una película sobre prostitutas y había quedado con un travestí para mi investigación. Este encuentro fue crucial para mí: durante la cita con aquella persona, no fui capaz de averiguar su sexo y casi perdí la habilidad para comunicarme. Este extraño sentimiento me había sido abrumador. Así que, cuando quedé con Kim, yo sabía que quería realizar una película sobre mi reacción hacia el travestí. ¿Por qué debemos conocer el sexo de una persona para poder comunicarnos con ella?

Elegí a los actores y la ubicación y Kim y yo empezamos a trabajar en el tratamiento. Decidimos que tenía que ser una historia de amor. Trabajamos con los actores, pidiéndoles que reflexionaran sobre la gente que conocían y, entonces, analizamos totalmente los personajes en la escena. Entonces, continué escribiendo el primer borrador. Como Ken Loach o Mike Leigh, trabajo muy de cerca y sinceramente con los actores en sus personajes, usando la improvisación, permitiéndoles traer sus propias historias como seres humanos. Eso lo hace mucho más vivo y real. Acabé de escribir el guión con Kim y tuvimos dos semanas de ensayo con el texto antes de empezar a rodar.

La película se hizo con menos de un millón de euros, así que no tuvimos horas extras durante todo el rodaje y trabajamos 8 horas diarias durante seis semanas. El productor era muy duro, algo positivo para estar bien preparados con los actores. Como yo quería despertar emociones reales de los actores, intentamos buscar la esencia de cada escena, yendo más lejos en las relaciones de los personajes, mirando no a lo que los personajes dicen o hacen, sino a como interactúan.

¿Cómo dio el papel a David Dencik y a Trine Dyrholm?

En realidad, no sé lo que tenía yo en la cabeza cuando elegí a David Dencik, pues era muy masculino en su trabajo en la escuela, que previamente había visto. Lo que quizás me cautivó fue la manera en que usa su cuerpo. Así que la primera cosa que hice fue ¡ir con él a comprar los zapatos y la ropa que llevaría en la película! Trine Dyrholm ya aparecía en mi película de fin de carrera, Indien. Me gusta, simplemente, trabajar con ella. Estamos en la misma onda y ambas somos inquisitivas…

¿Fue difícil trabajar dentro del marco del New Danish Screen y con un presupuesto tan ajustado?

Para nada. Sabíamos que era ése nuestro presupuesto y todo el proyecto se creó en base a ello. Con una película de bajo presupuesto, te tomas más libertad en el discurso, sin la presión financiera relacionada, por ejemplo, a una coproducción. Puedes mostrar más solidaridad hacia tus personajes como seres humanos y puedes buscar algo más, de verdad.

¿Cómo fue eso de ganar un doble premio en Berlín?

Fue maravilloso y ahora estoy muy feliz con la manera en la que están respondiendo los profesionales internacionales y el público. Parece que esta manera distinta de pintar el amor ha llegado al corazón y al alma de la gente porque recibo miles de cartas y correos electrónicos de todo el mundo. Si empiezas a preguntar lo que es un hombre y lo que es una mujer, lo que te hace ser quien eres, tocas algo bastante hondo, algo en lo que, raramente, la gente tiene la oportunidad de reflexionar.

¿Cuál cree que es la razón de que tantas películas danesas gocen hoy día de tanto éxito tanto en casa como por todo el mundo?

En mayo, tuve una reunión con el Ministro de Cultura danés y con Peter Aalbeck Jensen, deZentropa, y Peter dijo que algo está ocurriendo con la moda del New Danish Screen del Instituto de Cine danés, de la misma manera que ocurrió con Dogme en los 90. Y en cinco o diez años volveremos la mirada hacia En Soap, hacia Princess, y las veremos como películas que marcaron un hito. Cuando Lars von Trier estrenó el movimiento Dogme, no sé si él sabía que tendría un impacto tan fuerte, pero lo que sí sé es que no podría haber hecho mi película sin Dogme detrás de mí, pues abrieron las puertas a la dirección de los actores.

Otra cosa sobre Dinamarca es que hay muchos directores, y todos nos miramos unos a otros, nos ayudamos e, incluso, ¡nos robamos unos a otros!

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